Historia

El negocio nació en 2015 gracias a una experiencia personal. Todo comenzó cuando llevamos a nuestra perra Cleo, una caniche, a una peluquería para el verano. El resultado fue inesperado: nos devolvieron un perro que parecía irreconocible, con un corte a contrapelo que nos dejó insatisfechos. En ese momento decidimos que no volveríamos a repetir esa experiencia. Poco después, mi madre, Andrea, compró una máquina de cortar y, sin previo aviso, me dijo: ‘mañana tienes tu primer cliente’. Así fue como, de manera casi espontánea, nació la idea de ofrecer un servicio de grooming de calidad, centrado en el bienestar y la estética de las mascotas. A partir de ahí, me formé profesionalmente, realicé cursos y empecé a practicar con los perros de nuestros vecinos. Hoy, ese pequeño inicio ha crecido hasta convertirse en un negocio comprometido con brindar la mejor atención para cada mascota.